"Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por
vomitarte de mi boca." Apocalipsis 3:16 (NVI)

Hierve Buenos Aires. Estamos en pleno verano y la temperatura es
extremadamente alta. Es un tiempo ideal para estar en la pileta de
casa. La calle hierve, el calor se hace insoportable. Ni que hablar de viajar en el tren,en el subte o en el bondi... La acumulación de personas hace todo peor. Sin embargo para aquellos que están de vacaciones, estos días de tanto calor son
lo que más desean. No hay nada mejor que días soleados y calurosos
para disfrutar la playa, las sierras o la pileta.

Para compensar tanto calor, al menos en casa, en la oficina, o en el trabajo tenemos aire acondicionado. Y eso es un alivio. Frente al calor de la calle,
entrar en ese lugar es un alivio de frescura. Es extremadamente
agradable entrar refrescar el cuerpo traspirado.
¡Qué agradable sensación de frió! Seguramente aquellos que están
viviendo el crudo invierno no piensan lo mismo, pero acá en Baires,
la situación en aire acondicionado es más que agradable.

Juan no sabía de aires acondicionados, ni de piletas para el verano,
pero conocía de una realidad. Las cosas a medias tintas, son
desagradables. El agua fría refresca, el agua caliente sirve para
bañarse con satisfacción. El agua tibia para ninguna de las dos
cosas. Ni refresca ni sirve para bañarse en forma agradable.

Cuando escribe esta dura carta a la iglesia de Laodicea, también
estaba proféticamente, escribiéndote a vos y a mi en nuestro siglo
XXI. Vivimos días tibios. Sin compromiso, sin pasión, sin ideales,
sin identificació n. Vamos a la iglesia, tenemos algún ministerio,
hasta nos portamos bien de vez en cuando, llevamos la Biblia a las
reuniones, pero nuestro corazón está lejos de Dios. Somos tibios,
vomitivos.

El mundo padece esta misma enfermedad de la indiferencia. Pero Dios
no la acepta. Dios desea que seamos como el agua fría que calma la
sed y suaviza el alma. Y como el agua caliente que hierve de pasión
por lo que hace.

Está comenzando un nuevo año, ¿con qué temperatura lo pensás vivir?
¿Cuánto va a medir el termómetro de tu alma durante este 2009? Juan
nos desafía a vivir con pasión nuestra relación con Dios cada día.

REFLEXIÓN - ¿Qué dice tu termómetro?

Tomado de: Devocional Pc.

Slds... Noe & Max